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miércoles, 15 de diciembre de 2010

LOS 10 PECADOS CAPITALES DE UN JEFE

Los «jefes» son imprescindibles en cualquier organización; de su buen hacer depende en gran medida el éxito o fracaso de las empresas. Basándonos en el manual de Leo Farache “Los 10 pecados capitales del jefe…. o cuando el jefe daña la productividad y la felicidad”, a continuación detallamos cuáles son los 10 pecados capitales de los que todo jefe debe alejarse:

1. El jefe no decide, no manda: la ausencia de mando puede tener consecuencias muy negativas para la organización. Este vacío puede venir derivado de una no aceptación por parte del jefe de las responsabilidades asociadas al cargo. El jefe que no manda, que no decide, es un estorbo. ¿para que queremos un jefe que no ejerza como tal?... por otro lado, para mandar, hay que saber delegar. La esencia del mando radica en la delegación de funciones y tareas a un tercero, al que debe proporcionarle las herramientas adecuadas y al que controla y evalua.
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2. el jefe manda, pero no lidera: para conseguir la complicidad de la organización, el jefe tiene que enviar señales, muchas de ellas muy sencillas, que le permitan ser tomado como referente. El carisma se construye a través de comportamientos cotidianos, no solo con un verbo fácil y locuaz. El jefe que busca liderar su equipo tiene que encontrar mucha complicidad en él. Existen jefes que parecen empeñados en distanciarse de sus subordinados, lo que hace imposible su liderazgo. Una de las características del líder es su capacidad para crear un equipo y conseguir que el conjunto este por encima de la suma de las individualidades.
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3. el jefe es un prepotente: (lo cual, a menudo, coincide con que el jefe no es muy educado, no es muy humano o no es muy honrado). El jefe es prepotente porque ha desarrollado su autoestima de una forma excesiva. Cree que las personas como él son diferentes a las demás, la gran mayoría, y que estas no merecen su tiempo y estima.
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4. el jefe oye pero no escucha: escuchar lo que no se quiere oír es incomodo, difícil, pero necesario. El buen jefe que sabe escuchar, obtiene valiosa información que le hace cuestionarse decisiones y formas de funcionamiento: tendrá mas probabilidades de acierto.
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5. el jefe pierde su propio control: controlarse es dominar la capacidad y el valor de elegir.
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6. anteponer los resultados concretos a hacer las cosas bien: aquellos jefes que anteponen los resultados concretos a hacer las cosas bien, cometen el sexto de los pecados capitales. Trabajar y vivir en una organización con jefes que solo piensen en resultados, sin reparar en mejorar los medios y la estructura organizativa para conseguirlos, es descorazonador y muy desalentador.
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7. el jefe no despide a los empleados o directivos perjudiciales.
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8. el jefe no piensa primero en los clientes: poner en el centro de todo al cliente es algo que no falla. Eso sí, exige mucho esfuerzo y humildad.
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9. el jefe tiene miedo o el jefe divide: El miedo paraliza a las personas y organizaciones. Y, lo que es aún más grave, el miedo a los posibles competidores internos obsesiona a los malos jefes, más pendientes de sobrevivir que de la eficacia de su gestión.
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10. el jefe es injusto: el jefe es injusto cuando no entiende la importancia que tiene el dinero para sus subordinados y juega con el dinero ajeno. Justicia es el deber de dar a cada cual lo suyo, tarea nada fácil en el seno de una empresa.
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Fuente: Manual "Los 10 pecados capitales de un jefe" de Leo Farache King

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